¿Alguna vez te has preguntado cuánto dinero estás perdiendo en cada tarima que empacas con stretch film industrial?
Quizá crees que estás haciendo bien las cosas, pero hay un detalle que muchas operaciones industriales pasan por alto… y les cuesta mucho más de lo que imaginan.
Quédate, porque en este artículo te explico cómo calcular tu costo real por tarima y cómo mejorar tu proceso para tener más estabilidad, reducción de pérdida y menos residuo.
¿Por qué es importante saber cuánto gastas por tarima?
Cuando compras stretch film, lo haces por rollo o por kilo. Pero la forma correcta de medir el gasto no es cuánto cuesta el rollo… sino cuánto cuesta empacar una tarima.
Ese número —el costo por tarima— es el que te dice si estás optimizando bien tu proceso o si estás tirando dinero cada vez que empacas.
Un mal uso del film puede afectar más de lo que crees
- Tarimas inestables que provocan devoluciones o daños.
- Gasto excesivo de material por mal ajuste de la máquina o por uso manual sin control.
- Mucho residuo que genera más trabajo, más basura y más costos.
Todo eso se traduce en pérdidas silenciosas.
¿Qué necesitas para calcular tu costo por tarima?
Solo necesitas 3 datos:
- Peso del film usado por tarima (en gramos o kilos).
- Costo del film por kilo (o por gramo).
- Cantidad de tarimas empacadas con un rollo o con cierto peso de film.
Veamos un ejemplo sencillo.
Ejemplo práctico
Supongamos que:
- Cada rollo de stretch film pesa 15 kg.
- Ese rollo cuesta $600 MXN.
- Con un rollo empacas 30 tarimas.
Entonces:
- El costo por tarima = $600 ÷ 30 = $20 por tarima.
- Si usas más film de lo necesario, por ejemplo, empacas solo 20 tarimas con el mismo rollo, el costo sube a $30.
- ¡Eso es un 50% más caro, solo por no medir!
La secuencia recomendada para el uso correcto del stretch film industrial
Aquí es donde muchas operaciones fallan: no siguen una secuencia de aplicación eficiente.
Una mala secuencia no solo genera más gasto, también reduce la estabilidad de la carga.
¿Cuál es la secuencia correcta?
- Fijación inicial firme: el film debe anclarse a la base de la tarima para que la carga no se desplace.
- Subida uniforme: subir envolviendo en espiral hasta la parte superior, sin dejar espacios.
- Vuelta superior extra: al llegar arriba, se recomienda dar una o dos vueltas adicionales.
- Bajada con tensión controlada: se baja con menor tensión para evitar romper el film.
- Fijación final: asegurar el film en la parte inferior para cerrar el ciclo.
Este proceso ayuda a que cada centímetro del film se aproveche mejor, se logre mayor sujeción y se use menos cantidad de material.
¿Qué pasa si no tienes control de tu aplicación?
Mucho film termina en la basura sin haber hecho su trabajo.
Y no solo eso: al no tener datos claros, no puedes mejorar tu proceso.
Por eso, te recomendamos:
- Medir cuántas tarimas empacas por rollo.
- Pesar cuánto film usas por tarima.
- Comparar entre operarios, turnos o máquinas.
Así puedes detectar variaciones y hacer ajustes.
Beneficios de optimizar tu uso de stretch film
Cuando sigues la secuencia recomendada y mides tu desempeño, obtienes ventajas reales:
- Mayor estabilidad: las tarimas llegan completas, sin movimientos ni daños.
- Reducción de pérdida: menos productos rotos, menos devoluciones, menos accidentes.
- Menos residuo: ahorras material, produces menos basura y mejoras tu impacto ambiental.
Y lo más importante: sabes exactamente cuánto estás gastando y cómo mejorarlo.
Ahora que sabes cómo calcular tu costo por tarima, te invitamos a observar de cerca tu operación.
Haz un primer cálculo, aunque sea estimado.
Te sorprenderá lo que puedes descubrir.
En Tariplayo te ayudamos a medir, comparar y optimizar tu proceso de emplayado.
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